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¿Listas las Fuerzas Militares de Colombia para enfrentar al ELN? El ejército pierde fuerza mientras los grupos ilegales ganan terreno y poder | EL PAÍS América Colombia

La feroz ofensiva de la guerrilla del ELN contra un grupo disidente de las extintas FARC en el Catatumbo, que en tan solo una semana ha dejado un trágico saldo de 60 muertos y 40,000 desplazados, llevó al Gobierno de Gustavo Petro a sustituir su política de paz total por una apresurada estrategia bélica. “Corresponde al Ejército actual, al Ejército de la Constitución, salvar y proteger a la población del Catatumbo del ELN, su verdugo. El ELN ha optado por el camino de la guerra y guerra tendrá”, escribió el presidente en sus redes sociales. Además, Petro suspendió los diálogos con dicha guerrilla y la Fiscalía reactivó las órdenes de captura contra sus principales líderes, incluido alias Pablito, el mayor responsable de esta ola de violencia.

Sin embargo, las fuerzas armadas no pasan por su mejor momento ni parecen preparadas para asumir en simultáneo varios frentes de guerra contra distintos actores armados. Investigadores, analistas y un general retirado, consultados por EL PAÍS, coinciden en que en los dos años y medio del Gobierno Petro el Ejército se ha debilitado, mientras los grupos armados ilegales se han fortalecido. Los problemas, más evidentes ahora con la reanudación del conflicto armado en varias regiones, van desde la disminución del número de soldados, los recortes presupuestales y el deterioro del poder aéreo, hasta la pérdida de capacidad en los servicios de inteligencia y la eliminación de las fuerzas de tarea conjunta. En contraste, el ELN, las distintas disidencias de las antiguas FARC y el Clan del Golfo han aumentado sus integrantes, han consolidado su poder y se han expandido por más zonas del territorio.

Jorge Mantilla, investigador en temas de conflicto y seguridad, explica que desde el año 2018 el tamaño de las fuerzas militares han caído en cerca de 40.000 hombres. “En 2021 había 203.000 integrantes en el ejército, y en 2023 el número se redujo a 172.000″, dice por teléfono. Y añade lo que parece ser la paradoja más difícil del esfuerzo de paz total de Petro: “La fuerza pública viene disminuyendo su pie de fuerza, pero los grupos armados lo han aumentado. En el último año, el Clan del Golfo se expandió 25% en hombres. Este es un primer síntoma del debilitamiento de las capacidades de la fuerza pública en este Gobierno”.